El Yak (Bos grunniens) especie de buey tibetano originario de las mesetas y montañas de Asia central, donde el clima es frío y seco; se encuentra en estado salvaje o domesticado.
El yak, Bos grunniens, está estrechamente emparentado con el búfalo africano, el bisonte americano y el bisonte europeo. Está considerado como una especie amenazada y su área de distribución está restringida a unas pocas localidades aisladas de la meseta del Tíbet, a altitudes que oscilan entre los 4.000 y los 6.000 metros.
El yak salvaje, hoy escasos, es un bóvido de gran tamaño y pelaje lanoso nativo de las montañas de Asia Central y el Himalaya, Yak, especie amenazada, es un animal gregario y robusto, cuyo cuerpo de pelo invariablemente largo y negro, con una joroba sobre los hombros y cuernos largos está cubierto por un pelaje castaño casi negro, largo y espeso. Los machos son más grandes que las hembras, pueden medir más de 2 m a la altura de la cruz y pesar hasta 1.000 kilogramos. Los cuernos son largos y se extienden hacia afuera y hacia arriba. Son los ungulados que ascienden a mayor altura, pues pueden llegar a los 6000 metros sobre el nivel del mar. Se alimentan de plantas bajas y carecen de depredadores, aunque pueden sufrir el ataque de los osos.
El yak domesticado. se puede cruzar con las vacas domésticas y generar individuos fértiles. De hecho, a esta característica se deben gran parte de las diferencias entre los yaks salvajes y los domésticos. Éstos últimos son bastante más pequeños que sus antepasados silvestres, tienen cuernos más cortos y el color del pelo puede ser negro, pardo, blanquecino e incluso manchado de varios colores. Los yaks son animales muy apreciados como bestias de carga. Su leche es muy nutritiva y con ella se fabrica una mantequilla y un requesón excelentes; la carne, de gran calidad, se come tanto seca como cocinada. El pelo se hila para fabricar cuerdas, se teje para confeccionar ropa y el pellejo se utiliza para elaborar diversos artículos de piel.
En Asia Central se les emplea para llevar cargas y tirar del arado. También se crían por su carne, leche (de color rosa, con la que se hacen quesos y mantequilla de gran calidad) y pieles. El yak es un animal muy apreciado por ello en el Tíbet, donde las familias adornan a sus animales con cintas tanto para diferenciarlos de los demás como por simples motivos estéticos.
Clasificación científica: el yak pertenece a la familia de los Bóvidos, dentro del orden de los Artiodáctilos. Se clasifica como Bos grunniens.
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